Las normativas ambientales también se enfocan en las áreas industriales donde el estrés térmico es latente, al igual que el tipo y frecuencia de contaminación interna.
Descuidar estas normas, llevará invariablemente a penalizaciones económicas relevantes, incluso a cierres de empresas en un abrir y cerrar de ojos.
Desde la planeación, es fundamental contar con sistemas eficientes de extracción de humos y contaminantes, y a la vez, contar con mecanismos de renovación de oxígeno, para percibir un aire puro más beneficioso para trabajadores, civiles y demás personas involucradas en un entorno industrializado.
Es el aseguramiento en la calidad del aire. Esto ya se ha venido enfatizando en muchas ocasiones. No es solo arrojar aire para refrescar, sino purificarlo para garantizar la ocupación de civiles y trabajadores en un complejo. Al parecer, todavía hay empresarios renuentes a esta situación, y en la obsolescencia de sus aparatos, es donde se detonan enfermedades crónicas, lo que lleva a ausentismos laborales y, por ende, a pérdidas económicas sustanciales. ¿El parche? Poner un ventilador en el cubículo de su empleado o un aire acondicionado de mala calidad en el almacén.
Es más, si es necesaria la reestructuración de una nave industrial, para garantizar la ventilación y purificación ambiental, pues que así sea. Porque después de todo, debemos recordar que, para obtener una purificación de aire respirable, no sólo es contar con mecanismos ventiladores y extractores –que sí son muy necesarios–, pero también es fundamental contar con tecnologías que eficienticen aún más las instalaciones y que ayuden a crear un ambiente con oxigenación en tiempo y forma, como los sistemas de humidificación, desecación, nebulización, etc.
Dentro de una salubridad en el oxígeno que se percibe a través de una buena ventilación industrial, va inherente el hecho de controlar la humedad, la concentración de gases, así como partículas en suspensión, que incluso llegasen a representar un peligro por medio de incendios o explosiones. De esa forma, las condiciones térmicas estarán garantizadas para el confort humano, así como la seguridad propia.
Es fundamental planificar las entradas, salidas y en general, toda la red en la distribución de aire en un entorno industrial, comercial o residencial. Ejecutar perfectamente dicha tarea, reducirá siniestros mayores en caso de que se suscite un incendio en un área determinada.
Esquematizar adecuadamente toda una red de climatización y ventilación industrial en una nave o edificio de procesos manufactureros, aminorará la presencia de gases concentrados o partículas dañinas; en ese sentido, toda maquinaria trabajará sin problemas e interrupciones. La instalación estará asegurada en todos niveles.