El beneficio de la constante inspección de componentes y ductos de ventilación para control de humos

Entre más pequeña la partícula contaminante, más peligrosa se vuelve para el sistema respiratorio del ser humano. Las mediciones de material particulado se hacen con base en sus tamaños. Existen diferentes tipos de contaminantes, como fibras, polvos y humos, siendo estos últimos, notablemente muy peligrosos, ya que recorren con más facilidad el sistema respiratorio desde las mucosas nasales hasta llegar a los pulmones.

En ese sentido, Las inspecciones de redes de ventilación y extracción industrial, es una actividad preponderante, que debe hacerse por profesionales. Y es que, es una actividad que requiere una revisión interna de los equipos, subsistemas, componentes, tuberías, otros aditamentos, entre otros. Generalmente las revisiones deben hacerse con sistema parado. Solo de esa manera, se podrán obtener datos fidedignos acerca de las posibles fallas y causas en determinados ambientes.

Ahora, en cuanto a material particulado, existen clasificaciones denominadas propiamente como fracciones. Las inhalables son esas partículas que ingresan por la nariz y boca durante la respiración normal, siendo esencialmente riesgosas cuando las partículas son depositadas en las vías respiratorias, cuyos diámetros van de 1 a 100 µm. Todo esto, de acuerdo a información de ISO 7708 y la NOM-010-STPS-2014. Las torácicas son esas partículas que atraviesan más allá de laa laringe, posándose de manera muy fácil en los pulmones; sus diámetros van de 1 a 25 µm. Las respirables comprenden un material particulado muy fino, tanto que no solo eventualmente afecta a los pulmones, sino también otras partes más profundas del tracto respiratorio, como los bronquiolos inferiores y áreas de alvéolos, zonas relevantes para el procesos de intercambio de gases; el tamaño de estas fracciones va de 1 a 10 µm.

Efectos o síntomas de los polvos y otros materiales particulados

Las afectaciones variarán dependiendo de la exposición, ya sea en cantidades y tiempos, claro que mucho tiene que ver el tipo de material y su concentración. El rango de daño puede ser amplio, dependiendo de las condiciones.

Lesiones en piel con sus irritaciones, dermatosis y demás alergias.

Infecciones relacionadas a hongos, bacterias y otros microorganismos.

Tracto respiratorio irritado, cuyas membranas nasales y de garganta son seriamente afectadas; esto podría generar afecciones más serias, como enfisemas, edemas pulmonares, neumonitis y bronquitis.

La neumoconiosis se puede derivar de la alta exposición a material particulado suspendido, no por nada es una de las enfermedades ocupacionales más tratadas. Esto es peligroso porque podría llevar a silicosis y otras afecciones similares relacionadas con material respirable en particular.

Claramente el cáncer pulmonar y nasal es una consecuencia común de aspirar altos niveles de humos y materiales dañinos, sobre todo por arsénicos, amiantos, materiales niquelados, entre otros.

La calidad de vida suele bajar seriamente debido a los problemas sistemáticos en el organismo, derivado de la alta exposición contaminante. Pueden surgir afecciones tóxicas relacionadas a la sangre, por los efectos del cadmio, zinc, plomo, entre otros.