Históricamente la silicosis ha estado presente en la minería, aunque no se le conociese como tal.

Es una de las enfermedades que más mortandad causa en el entorno laboral. Desde antaño, los mineros han estado a expuestas de los síntomas que implica la sílice cristalina como material particulado suspendido. Ahora, los trabajadores del sector de la construcción, también deben afrontar esta adversidad, y si bien cada país debe contar con su normatividad pertinente, la verdad es que, al momento, casi nunca hay una garantía para el trabajador.

Por ello, empresas que llevan a cabo procesos de certificación de sistemas de ventilación y extracción, y todo lo referente a cuestiones ambientales, hacen una labor extenuante pero necesaria. Esto, para salvaguardar el desempeño de los sistemas a lo largo del tiempo. La revisión periódica de una manera gráfica y sencilla, permitirá una planeación óptima de acciones preventivas y correctivas, con un aseguramiento de la continuidad operativa, de acuerdo a parámetros y objetivos ambientales particulares y de organismos.

La sílice cristalina como compuesto –SiO₂–, es un mineral de la superficie del planeta, con apenas un 21% de ocupación, y de dicho compuesto se derivan dos tipos: la amorfa y la cristalina, siendo esta última la más mortal. Las tres formas de la sílice cristalina se hallan en el cuarzo, la cristobalita y la tridimita.

Los sectores industriales y comerciales más expuestos a la sílice cristalina

Al haber muchos materiales donde se concentra la sílice cristalina, como el basalto, arcilla plática, granito, piedra caliza, cuarcita, entre muchos otros, es natural que su presencia resulta un problema en diversos sectores productivos. Los de mayor riesgo para trabajadores que puedan enfermar de silicosis, son:

• Minería y perforado de rocas.
• Limpieza abrasiva.
• Mampostería.
• Manufacturado de cerámica, metales, cristales y otros.
• Acabados de concreto y cartón de yeso.

Pero no solo eso, porque organizaciones de salubridad y seguridad, han podido identificar otras actividades, como:

• Astillado, martillado y perforación de roca.
• Trituración, cargado, transportado y descargado de roca.
• Atomización abrasiva utilizando arena de sílice como material abrasivo.
• Atomización abrasiva del hormigón (independientemente del material abrasivo utilizado).
• Aserrado, martillado, taladrado, amolado y astillado de hormigón o mampostería.
• Demolición de estructuras de hormigón y mampostería.
• Barrido en seco y aplicación de aire a presión al hormigón, roca o polvo de arena.

Es importante que tanto el sector público como privado, hagan buena conjunción para analizar y encontrar soluciones en una problemática como tal, con ayuda de certificaciones pertinentes en soluciones de ventilación y extracción.