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Efectos a la salud de la radiación no-ionizante en el cuerpo humano y su control a través de escaneos 3D

Los escaneos 3D permiten ahorrar tiempos y costos desde la construcción o la misma conceptualización, evitando o por lo menos, facilitando la corrección de errores a futuro en cuanto a obstrucciones de elementos constructivos o riesgos de acumulación de contaminación de todo tipo, incluida la no ionizante.

Por lo regular, la contaminación no ionizante –radiación con menos energía y mayor longitud de onda–, representa poco peligro para las personas expuestas, mientras las dosis estén controladas, pero no hay que olvidar, que incluso la radiación no ionizante, lleva suficiente energía para excitar a los átomos de las sustancias o materiales con las que interactúa, lo cual lleva a generación de calor o corrientes eléctricas. No controlar este tipo de contaminante, puede causar potencial daño al tejido expuesto por calor.

Los puestos laborales más expuestos a la radiación no ionizante, son aquellos trabajadores de radiocomunicaciones, como los que dan mantenimiento a antenas, los que laboran con radares, personal de salud que interactúa constantemente con sistemas de resonancia magnética, trabajadores de materiales, por ejemplo, selladores de plásticos, soldadores y los que laboran con inducción de calor.

Dentro del mapeo 3D y tecnologías basadas en BIM, se pueden visualizar la instalación de todos estos sistemas, y su incidencia en una determinada área. Para minimizar los efectos a la salud del personal laboral, es trascendental contar con una planeación en la construcción de nuevas áreas con los equipos anteriormente mencionados; la idea es que estos incidan lo menos posible en la exposición del trabajador directo y de los que están en los alrededores.

Los efectos de la radiación no ionizante son variados, aunque de menor riesgo comparados con la radiación ionizante –la cual llega a incidir en las células de manera irreversible–.

Los efectos más comunes son:

  • Sensación de agotamiento, con una debilidad corporal notable, manifestándose en sudoración o hasta náuseas.
  • Efectos adversos en la dermis, ya sea a través de sarpullidos irritantes y con picazón.
  • Calambres en los músculos, normalmente ocurridos después de la jornada laboral, pero que también pueden suceder en el momento de laborar.
  • Desmayos por calor, notándose una piel demasiado sudorosa.
  • Golpes de calor, que suelen ser más peligrosos, porque conllevan delirios, fatiga extrema y un calor corporal que supere los 41°C.

Las exposiciones agudas a radiaciones no ionizantes pueden provocar daños a tejidos expuestos, como quemaduras, ampollas, eritemas y hasta inflamación de la córnea, incluso una exposición directa a los ojos, pueden dañar la misma severamente, afectando también el iris y retina, desembocando en cataratas a un largo plazo.

Se deben seguir las normatividades en cuanto al control de contaminación de todo tipo, incluidas las electromagnéticas, que se dividen en ionizantes y no ionizantes. Para ello, los procesos industriales desde la planeación de la construcción con mapeo 3D, puede ser la solución para evitar todo esto.

Sistemas de extracción e inyección

La ventilación de procesos industriales, maquinaria y equipamiento permite controlar el calor, la toxicidad de los ambientes o la explosividad potencial de los mismos, garantizando en la mayoría de los casos la salud de los operarios y condiciones óptimas en espacios de trabajo. 

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