Una de las normas más relevantes para títulos de concesiones de aguas residuales, es la NOM-001-SEMARNAT-2021, porque se respalda de forma importante en la Ley de Aguas Nacionales en su artículo 21.

Hay una obligación legal, pero además está la obligación moral inherente que debe permear dentro de cualquier actividad industrial que involucre a los ecosistemas ambientales que necesitan estar en balance. Este tipo de normas, establece una serie de límites muy específicos acerca de los contaminantes, con todo y sus procesos metodológicos para la determinación de los contaminantes en el aire y en la misma agua de descarga residual y desde luego para el consumo.

De acuerdo con la definición de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, la toxicidad es el grado en el cual una o varias sustancias pueden dañar a un organismo como el ser humano o los animales. La toxicidad aguda, por su parte, se refiere al mismo efecto negativo que pueden tener los organismos, pero al ser expuestos una sola vez durante un periodo de tiempo a una o varias sustancias.

El poderío de la bacteria Aliivibrio fischeri para detección de contaminantes

Este es un método que usa la NOM-001-SEMARNAT-2021, establecer con claridad, la toxicidad aguda en las aguas residuales. La bacteria posee características de bioluminiscencia, que pone en evidencia las muestras, sin importar si las aguas son dulces, saladas, provenientes de residuos industriales y/o municipales, de proceso, agua tratada, intersticial –saturación atmosférica–, de origen agrícola, sedimentaciones, compuestos puros, mixtos, particulados, lixiviados, elutriados, etc.

La actividad metabólica de dichas bacterias, ponen en evidencia unas eventuales aguas tóxicas agudas, ya que la población bacteriana, minimizará su bioluminiscencia; la cual puede ser medida con luminómetros. De acuerdo a la normativa antes mencionada, establece que el límite permisible de toxicidad debe ser menor o igual a 2 unidades de toxicidad.

El estudio de toxicidad aguda es uno de los incorporados recientemente a la normatividad. De hecho, aunque la NOM-001-SEMARNAT-2021 entró en vigor en 2023, será hasta marzo de 2026 cuando entre en vigor este parámetro. No obstante, algunas empresas ya se están preparando para que sus plantas cumplan con los límites permisibles. Es necesario discernir la importancia de contar con tal normatividad, en caso de que no sea así. A final de cuentas, da la posibilidad de ser un método de prevención, en vez de uno correctivo, dadas las penalizaciones de peso que se pueden recibir en caso de no contar con dicha norma.